El Comienzo

El Comienzo

martes, 11 de mayo de 2010

Bulto sospechoso.

Comienzo 10. Quién lo encuentra se lo queda.

- ¿Por qué nadie me dijo nada?
Alfonso miró el collar del perro y tensando la correa apartó al animal del fardo. Del contenedor, sobresalía una esquina y un buen trozo de cuerda desmochado. No podía pasar desapercibido. El envoltorio, amarillo limón, actuaba como un faro. A esas horas, por allí ya habrían pasado no menos de cien personas. La cámara de seguridad de la sucursal de la CAM ayudaría pero antes debía cruzar la calle hasta la farmacia, el reflujo le estaba quemando vivo y no llevaba encima ni un mísero cachito de antiácido. Le dejó el chucho a Julia y se marchó mascullando improperios. Ella sabía que en esos momentos era mejor no decir nada. Le esperaría allí sentada dando las gracias al concejal de limpieza que tan diligentemente había ubicado el contenedor de basura al lado de un banco, y además con respaldo.
Continuará.

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